Cuando queremos imprimir una imagen en escala de grises o en color es necesario descomponerla en pequeños puntos para crear una ilusión óptica que nos simule una gradación tonal y de percepción de toda la gama de colores. A esto se le denomina tramado.

La imagen debe descomponerse en puntos tan pequeños que el ojo humano no sea capaz de percibirlos al observar la imagen a una distancia normal. Cuanto más pequeños sean esos puntos, menos perceptibles serán para el ojo y mejor será la calidad de percepción de la imagen.